Es bien sabido que las moléculas aromáticas son capaces de activar nuestro sistema olfativo. En este artículo te explico cómo recuperar el olfato con aceites esenciales. Vamos a empezar repasando algunos conceptos sobre el sentido del olfato.
¿Por qué huelen los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son extractos vegetales que contienen una mezcla compleja de moléculas aromáticas (en algunos casos, incluso cientos). Estas moléculas, que en función de su bioquímica son terpenoides o fenilpropanoides, tienen dos características básicas: son liposolubles y de bajo peso molecular.
La consecuencia de su bajo peso molecular es que son altamente volátiles, es decir, se evaporan con gran facilidad. Al evaporarse, estas moléculas pueden alcanzar nuestra mucosa nasal, una capa de células que recubre el interior de nuestra nariz. Así consiguen activar el sentido del olfato. Puedes encontrar más información sobre el funcionamiento del sentido del olfato en el Tratado de aceites esenciales.
¿Qué ocurre cuando se activa el sentido del olfato?
Aparte de percibir un olor que puede resultar más o menos agradable, la activación del sentido del olfato tiene consecuencias directas sobre nuestro sistema nervioso, produciendo cambios en el estado emocional de la persona. Por eso la olfación de los aceites esenciales tiene aplicaciones terapéuticas:
-Se utiliza para tratar el estrés, la ansiedad o los trastornos del sueño.
-También tiene interés para aumentar la concentración y las capacidades cognitivas en estudiantes o en personas con problemas de memoria.
-Se aplica en pacientes que padecen dolores profundos, ya que ciertos aceites esenciales son capaces de inducir la liberación de endorfinas, sustancias que el cuerpo humano produce para mitigar la sensación de dolor.
¿Y qué ocurre cuando el sentido del olfato no se encuentra operativo?
En ciertas circunstancias la capacidad de percibir olores se ve disminuida (hiposmia) o incluso totalmente ausente (anosmia). Existen múltiples factores que pueden dañar el sentido del olfato, como por ejemplo el tabaquismo, las lesiones cerebrales, algunos medicamentos, la intoxicación por plomo, o infecciones virales como el COVID-19.
Este último caso es el que más interés está generando últimamente. Las investigaciones han demostrado que el SARS-CoV-2 no daña directamente a las células encargadas del sentido del olfato, ya que estas no tienen los receptores necesarios para ser infectadas por el virus (ACE2). Sin embargo, sí que dañan a unas células adyacentes, las células de soporte del epitelio olfativo (también llamadas células sustentaculares). La reacción del sistema inmunitario a esta infección causa inflamación en la zona, lo cual impide el funcionamiento del olfato a pesar de que las células olfativas estén intactas.
La buena noticia es que, en cuanto la inflamación remite, la hiposmia o la anosmia causada por el SARS-CoV-2 se revierte. En cuestión de días se suele recuperar el olfato de forma espontánea.
Sin embargo, en algunos casos la inflamación termina por dañar a las células olfativas, que, como son neuronas, tienen una capacidad de multiplicación muy limitada. Por este motivo, la recuperación del olfato se demora semanas, o incluso meses.
Por suerte, los aceites esenciales pueden acelerar la recuperación del olfato en personas que han padecido COVID-19 o que han perdido el olfato por otras causas reversibles.
Cómo recuperar el olfato con aceites esenciales.
Para recuperar el olfato se recomienda realizar un entrenamiento olfativo con 4 aceites esenciales, 1 perteneciente a cada uno de estos grupos:
-Florales: rosa de Damasco (Rosa damascena), azahar (Citrus aurantium ssp. amara), geranio (Pelargonium graveolens), lavanda (Lavandula angustifolia), absoluto de jazmín (Jasminum offinalis), lavandín (Lavandula x intermedia), palmarosa (Cymbopogon martinii), palo de rosa (Cinnamomum camphora) QT linalol e ylang-ylang (Cananga odorata).
-Afrutados: limón (Citrus limon), bergamota (Citrus bergamia), lima (Citrus aurantifolia), mandarina (Citrus reticulata), naranja dulce (Citrus x sinensis) y pomelo (Citrus x paradisi).
-Especiados: clavo* (Syzygium aromaticum), canela* (Cinnamomum zeylanicum o C. cassia), jengibre (Zingiber officinalis) y nuez moscada (Myristica fragrans).
-Resinosos: eucalipto (Eucalyptus globulus), abeto balsámico (Abies balsamea), cedro (Cedrus atlantica), ciprés (Cupressus sempervirens), eucalipto radiata (Eucalyptus radiata), incienso (Boswellia carteri), mirra (Commiphora molmol), pícea negra (Picea mariana) y pino silvestre (Pinus sylvestris).
El procedimiento de olfacción es el siguiente:
-Poner unas gotas del aceite esencial en un Aromastick o en un pañuelo.
-Practicar inhalaciones profundas y conscientes durante 30 segundos con cada uno de los cuatro aceites esenciales, siempre en el mismo orden: floral, afrutado, especiado y resinoso. Intentar detectar, en la medida de lo posible, los matices olfativos de cada uno.
-Repetir la operación 3 veces al día, reduciéndose la frecuencia paulatinamente hasta la recuperación deseada del olfato.
¿Tiene contraindicaciones este procedimiento?
Cualquier persona puede utilizarlo, incluyendo niños pequeños, mujeres embarazadas o personas mayores. Las personas asmáticas deben tener precaución porque el contacto de sus fosas nasales con los aceites esenciales puede desencadenar una crisis asmática.
Los aceites esenciales marcados con un asterisco (*) son dermocáusticos. No se deben tocar nunca y se debe mantener el envase muy alejado de la nariz, inhalándolo desde lejos y con suavidad.
Por último, es importante destacar que en algunas personas el sentido del olfato no se puede recuperar. Se trata de casos en los que han quedado dañadas las estructuras cerebrales implicadas en la olfación. No suele ser el caso de pacientes que hayan superado el COVID-19.
¿Hay estudios científicos que demuestren la eficacia de la recuperación del olfato con aceites esenciales?
¡Por supuesto! Hay evidencia científica que lo avala. Se pueden destacar estos dos metaanálisis de estudios científicos:
–Effects of olfactory training: a meta-analysis. A Sorokowska, E Drechsler, M Karwowski, T Hummel.
Más información:
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