¿Qué aceite esencial escojo?
El empleo de los aceites esenciales está en auge y por ello cada vez aparecen más empresas y laboratorios que los distribuyen pero, ¿son todos ellos válidos? Si se busca un empleo terapéutico, la respuesta es un contundente no. Desafortunadamente, no todos los aceites esenciales que se encuentran en el mercado aportan la seguridad y la eficacia que buscamos los profesionales sanitarios.
Entonces, ¿qué aceite esencial escojo?
A la hora de decantarse por un proveedor de aceites esenciales hay múltiples criterios que debes tenerse en cuenta, pero dos de ellos son básicos e imprescindibles.

1.La mención «aceite esencial».
Puede parecer una obviedad, pero basta echar un vistazo a distintas marcas para observar que no incluyen la mención completa: es el caso del famoso «aceite de árbol de té» o de la «esencia de lavanda». Estos productos no cumplen los requisitos de la Farmacopea Europea en cuanto al método de extracción, que suele ser la destilación por arrastre de vapor. En la mayoría de los casos, proceden de la síntesis de laboratorio o extractos de plantas de baja calidad. Es peligroso emplearlos con fines terapéuticos.
Hay que tener especial precaución con los productos que contienen en su composición algún sucedáneo de aceite esencial de este tipo, destinados sobre todo a la higiene íntima femenina, al tratamiento de los piojos o al cuidado cosmético. Se venden como una alternativa natural, pero en realidad no son más que químicos de dudosa composición.
2.Aceites esenciales quimiotipados
Es bien sabido que las plantas aromáticas producen distintas moléculas en función de las condiciones climatológicas y ambientales. Estas variaciones moleculares afectan directamente a la acción terapéutica y a la posible toxicidad del aceite esencial resultante, por lo que es necesario estandarizar la composición de algún modo. Un aceite esencial quimiotipado ha sido analizado minuciosamente por cromatografía en fase gaseosa acoplada a espectrometría de masas, es decir, se conoce al detalle todas las moléculas que contiene y el porcentaje en el que se encuentra cada una de ellas.
Al contrario de lo que ocurre con la mención «aceite esencial», la palabra «quimiotipado» no está protegida por la Farmacopea Europea ni por la legislación española. Por este motivo muchas empresas la utilizan de manera deshonesta y comercializan «aceites esenciales quimiotipados» que en realidad no lo son; de hecho, la inmensa mayoría de los aceites esenciales que se encuentran disponibles en el mercado (tanto en herboristerías como en farmacias) no están quimiotipados. Eso quiere decir que su composición se desconoce. Utilizar este tipo de extracto en el que no se conocen exactamente los principios activos es una temeridad.

¿Cómo saber si un aceite esencial está realmente quimiotipado?
Muy sencillo: el laboratorio que comercializa aceites esenciales de calidad está dispuesto a mostrar sus análisis cromatográficos; si los proporciona sin necesidad de insistir mucho ya es un buen presagio. Una vez que contemplamos los análisis, aunque no seamos expertos en química, debemos vigilar que aparezcan en torno a 100-200 moléculas cuantificadas para confirmar que estamos ante un aceite esencial quimiotipado de verdad.
Si, al contrario, en los análisis sólo aparecen reflejadas unas 5-10 moléculas aromáticas pueden ocurrir dos cosas: o bien el análisis no está completo o bien el aceite esencial no está completo, lo que significa que no contiene todas las moléculas que se requieren su empleo terapéutico. Por tanto, es necesario desecharlo y seguir buscando un laboratorio que comercialice aceites esenciales de calidad.
Por último, los expertos en aceites esenciales pueden juzgar, en función del análisis cromatográfico, la calidad del extracto, ya que conocen los porcentajes de moléculas que debe tener cada quimiotipo.

Recapitulemos
-Escoge siempre aceites esenciales, no «aceites» ni «esencias», por muy naturales que parezcan.
-Exige al laboratorio los análisis cromatográficos para comprobar que se trate realmente de un aceite esencial quimiotipado y completo.
Otros consejos
-Fíjate bien en el envase; si aparece la palabra «ingredientes» ya sabes que no se trata de un aceite esencial puro, sino que se ha mezclado con algún disolvente, como el alcohol.
-Aunque el nombre común de las plantas es más fácil de entender, el nombre botánico (formado por dos palabras en latín) debe aparecer siempre.
-Es preciso que se indique la parte de la planta destilada, ya que las propiedades pueden variar de una a otra.
-Es recomendable escoger aceites esenciales procedentes de la agricultura ecológica.
Más información
Ahora que sabes por qué proveedor decantarte, si sigues preguntándote ¿qué aceite esencial escojo? te recomiendo el artículo del top 10 de aceites esenciales. Puedes leerlo aquí.
También puede interesarte saber la diferencia que hay entre un aceite esencial o una esencia. Tienes más información aquí.
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